Mantenerse hidratado es clave para mantener un cuerpo y mente saludables. El agua no solo ayuda a regular la temperatura corporal y mantener las funciones vitales, sino que también mejora la concentración, previene dolores de cabeza y ayuda a tener una piel más saludable.

A pesar de que todos sabemos lo importante que es beber agua, en ocasiones, entre las tareas del día, nos olvidamos de este hábito tan fundamental.

¿Te ha pasado que llegas al final del día y te das cuenta de que has tomado muy poca agua? Esto es común, especialmente si pasas largas horas en la oficina o trabajando desde casa.

Pero la falta de hidratación puede impactar negativamente en tu productividad y bienestar. ¡Es momento de cambiar eso! En este artículo te compartiremos estrategias sencillas y efectivas para mantenerte hidratado sin importar dónde te encuentres.

¿Por qué es importante mantenerse hidratado?

El cuerpo humano está compuesto en un 60% de agua, y esta es vital para casi todas las funciones corporales. Desde ayudar a transportar nutrientes y oxígeno a las células, hasta regular la temperatura corporal y lubricar las articulaciones, el agua es esencial para mantenernos saludables y activos.

• Mejora el rendimiento cognitivo: Cuando estás deshidratado, incluso en un 1-2%, puedes sentirte fatigado y tener problemas para concentrarte. Estudios han demostrado que incluso una leve deshidratación puede afectar negativamente tu capacidad para realizar tareas cognitivas.

Según el artículo publicado por Fundación del corazón, titulado “La deshidratación tiene consecuencias nefastas sobre la salud y el rendimiento físico y mental” menciona:

“Recientemente se ha observado que la deshidratación causa una contracción del tejido cerebral que se asocia a un aumento del volumen ventricular, llegando a afectar negativamente en la respuesta de nuestro cerebro a una actividad intelectual. En este sentido, procesos mentales como la memoria, el aprendizaje o la capacidad de atención pueden disminuir por la falta de líquidos, sobre todo cuando el cuerpo sufre pérdidas de más del 2%.”

• Promueve una digestión saludable: El agua es fundamental para la digestión y el funcionamiento del sistema digestivo. Ayuda a mover los alimentos a través del intestino y previene el estreñimiento.
• Beneficia a tu piel: La hidratación adecuada también se refleja en la apariencia de la piel. El agua ayuda a mantener la piel hidratada, lo que reduce la aparición de arrugas y mantiene una apariencia joven.
• Regula la temperatura corporal: El agua juega un papel crucial en el mantenimiento de la temperatura corporal. Durante el ejercicio o en días calurosos, el cuerpo suda para liberar calor y mantenerse fresco. Beber suficiente agua permite reemplazar los líquidos perdidos y evitar el sobrecalentamiento. 

Destaca el Dr. Varela Román. “Para evitar que el calor perjudique a nuestra salud, desde la FEC recomendamos una hidratación constante aunque no se tenga la sensación de sed, y en el caso de una pérdida de líquido elevada, se recomienda especialmente el consumo de bebidas carbohidratadas, que permiten una rehidratación más rápida”, asevera el doctor.

Tips para mantenerte hidratado en la oficina o en casa

• Mantén una botella de agua siempre cerca

Uno de los trucos más sencillos pero efectivos para recordar beber agua es tener una botella reutilizable cerca de ti en todo momento. Ya sea que estés en tu escritorio en la oficina o en casa, si tienes una botella de agua a la vista, es más probable que te acuerdes de beber con regularidad. Invertir en una botella que te guste puede motivarte a utilizarla constantemente.

• Establece recordatorios

Con la tecnología, mantenerse hidratado es más fácil que nunca. Existen aplicaciones que te recuerdan beber agua cada cierto tiempo. También puedes programar alarmas en tu teléfono o smartwatch para que te avisen cada hora. Estos recordatorios pueden ser especialmente útiles cuando estás inmerso en una tarea importante y te olvidas de tomar agua.

• Crea rutinas de hidratación

Crear hábitos es una de las formas más efectivas de asegurar una buena hidratación. Intenta incorporar el consumo de agua en tu rutina diaria. Por ejemplo, puedes beber un vaso de agua al despertar, otro antes de cada comida y uno antes de dormir. Esto te asegurará al menos cinco vasos de agua al día, lo cual es un buen punto de partida.

• Varía las bebidas

Si no eres fanático del agua pura, no te preocupes. Existen muchas formas de mantenerte hidratado. Puedes optar por infusiones de frutas, agua de coco, tés sin cafeína o incluso agua con gas. Estos líquidos también contribuyen a tu ingesta diaria de líquidos. Solo ten cuidado con las bebidas que contienen cafeína o azúcar, ya que pueden tener el efecto contrario y deshidratarte.

• Consume alimentos ricos en agua

Otra excelente manera de hidratarse es a través de los alimentos. Muchas frutas y verduras tienen un alto contenido de agua, lo que contribuye a tu hidratación diaria. El pepino, la sandía, el melón, las fresas y las naranjas son algunos ejemplos de alimentos que puedes incorporar en tus comidas para aumentar tu ingesta de agua.

• Haz del agua una experiencia divertida

Si te resulta difícil beber agua porque te parece aburrido, intenta hacerla más atractiva. Puedes agregarle rodajas de limón, hojas de menta o pepino para darle un toque de sabor. También puedes comprar vasos o botellas coloridas que te motiven a beber más seguido. La idea es hacer que el agua sea algo que disfrutes, no una tarea que tengas que cumplir.

• Evita las bebidas azucaradas y con cafeína en exceso

Es fácil caer en la tentación de tomar refrescos o bebidas energéticas cuando te sientes cansado o necesitas un impulso. Sin embargo, estas bebidas suelen estar llenas de azúcar y cafeína, lo que puede llevar a una deshidratación a largo plazo. En lugar de recurrir a estas bebidas, elige alternativas más saludables como agua infusionada o té verde.

Cómo saber si estás deshidratado

Es importante estar atento a las señales de deshidratación, ya que algunas veces no somos conscientes de que no estamos bebiendo suficiente agua. Aquí te dejamos algunos síntomas comunes:

• Sed excesiva: La sensación de tener sed es la señal más obvia de que tu cuerpo necesita más agua.
• Orina oscura: Si notas que tu orina tiene un color más oscuro de lo normal, es probable que estés deshidratado. La orina clara es un buen indicador de una hidratación adecuada.
• Fatiga y debilidad: Cuando estás deshidratado, puedes sentirte más cansado y con poca energía. El agua es fundamental para mantener la energía a lo largo del día.
• Dolores de cabeza: Las migrañas y los dolores de cabeza son síntomas comunes de deshidratación. Asegúrate de beber suficiente agua si experimentas dolores frecuentes.
• Piel seca: La piel es otro indicador clave de deshidratación. Si tu piel está más seca de lo habitual, es posible que necesites aumentar tu consumo de agua.

Mantenerte hidratado en la oficina o en casa no solo es importante para tu salud, sino también para tu productividad y bienestar general.

Al implementar algunos de los consejos mencionados en este blog, podrás mejorar tu hidratación diaria y sentirte mejor a lo largo del día.

Recuerda que el agua es esencial para mantener el cuerpo funcionando de manera óptima, así que no subestimes el poder de una buena hidratación.

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